«Había
llegado a ese punto de emoción en el que se encuentran las sensaciones
celestes dadas por las Bellas Artes y los sentimientos apasionados.
Saliendo de Santa Croce, me latía el corazón, la vida estaba agotada en
mí, andaba con miedo a caerme».
Stendhal. Roma, Nápoles y Florencia. Pre-Textos. 1998.