Total de visitas

sábado, 1 de mayo de 2010

Contenedores de basura

En una conocida película de hace algunos años, alguien preguntaba al protagonista, de qué vivía, a qué se dedicaba. Él explicó que compraba empresas y después las vendía, obteniendo grandes beneficios. El protagonista era un especulador que vivía sin construir nada. Esto se puede extrapolar a los habitantes de los programas televisivos amarillos y de las revistas del corazón. Si preguntásemos a esos "famosos" a qué se dedican, ¿Qué nos podrían contestar? Unos se dedican a enamorarse, a casarse, a embrazarse o a parir y bautizar a un hijo de cualquier famoso. Tal vez otros nos dirían que viven de estar siempre salidos de algún armario, de poseer atributos físicos prodigiosos o simplemente de haberse arrimado a menos de medio centímetro a alguien con notoriedad pública ¿Pero qué construyen? La mayoría no construyen nada. Pensándolo bien, sí construyen algo: modelos humanos carentes de ética y dignidad. Y nosotros a su vez construimos y acogemos esos modelos humanos, dándoles pábulo. Somos contenedores de basura.

Liberalia. Cuando llega la noche. Liberalia.

Lisboa

«Siempre nos quedará Lisboa, tan parecida al amor o al desamor, pero sentimiento auténtico, de verdad profunda. De ensueño, pasión y alegría nueva».

Víctor Alperi. Siempre nos quedará Lisboa. En La Nueva España.