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domingo, 23 de febrero de 2014

Omm

Bienvenidos a Omm. Un espacio para la escritura, la imaginación y la reflexión. Hoy para la melancolía: esa tristeza sin causa, poetizada. Un lugar que contempla la nostalgia, un lugar de dolor por aquello que poseemos y perderemos. Momento de tristeza determinada por la pérdida. Crisis nombrada, invocada y temida que me infunde la íntima convicción de vivir el fin de algo, el fin del mundo tal y como lo conozco.

Omm. Liberalia.


domingo, 16 de febrero de 2014

La historia social de la psiquiatría

«Se va a tematizar la relación entre los locos y la sociedad civil, cuyos representantes profesionales ante los locos son los psiquiatras. Lo mismo que el "objeto" de este estudio son los dos a la vez, y trata de traer a la luz los condicionamientos socioeconómicos, culturales y políticos sobre los que nació esa relación entre ciudadanos y locos que se convirtió en la ciencia de la psiquiatría dentro del contexto de la revolución política e industrial-capitalista de la sociedad burguesa».

Klaus Döner. Ciudadanos y locos. Historia social de la psiquiatría. TAURUS, 1974.

viernes, 14 de febrero de 2014

Las benévolas

“¡Jamás se estremezca en la Ciudad la discordia, insaciable de males! Tal
es mi deseo. ¡Jamás absorba el polvo la sangre negra de los ciudadanos!
¡Jamas aquí vengue el crimen al crimen!”
Esquilo, La Orestíada
«En la antigua Grecia la sangre solo podía ser lavada con más sangre. La tragedia y el epos griego se nutren de estas venganzas infinitas.
Agamenón asesina al primer esposo y a los hijos de Clitemnestra para poder desposarse con ella; no contento con esto años después sacrificó a su propia hija Ifigenia a los dioses para que el viento soplara y llevara las naves aqueas a Troya. A su regreso tras la guerra fue asesinado por su esposa, que venga así la muerte de sus hijos. Orestes, hijo de ambos, tuvo que matar a su madre para vengar la muerte de su padre y las Furias le persiguen sin descanso atormentándole por toda Grecia. Los dioses se vieron entonces obligados a intervenir. Atenea decide que ha de ser un jurado de doce hombres el que juzgue el crimen de Orestes. Dice la diosa: “Mas ya que aquí llegaron las cosas, yo elegiré jueces del crimen, y los ligaré con juramento y constituiré tribunal que dure para siempre”. La venganza es sustituida por la justicia, las Furias se transforman en las Benévolas, garantes de la justicia y la clemencia con el reo.
Los héroes griegos pagaban con su vida los errores cometidos, Ayax se deja llevar por la desmesura y avergonzado de sí mismo se quita la vida. El héroe trágico paga caro los errores cometidos. Es un mundo de tiranos crueles y dioses caprichosos.
Cuando Odiseo regresa a Ítaca asesina a los pretendientes de Penélope, los mismos que llevan años conspirando para llegar al trono mientras el reino se consume. Los padres e hijos de los muertos claman venganza, Atenea interviene y pone punto y final al ciclo de muerte, exige que “se olvide la matanza de los hijos y de los hermanos, ámense los unos a los otros como antes, y haya paz y riqueza en gran abundancia". Toca empezar de cero y dejar atrás siglos de venganzas y sangre. El héroe trágico ha muerto, nace el ciudadano.
Antígona prefiere la muerte antes que obecer una ley injusta; a causa de esa ley el rey que la proclamó pierde todo lo que ama.
Todo acto de justicia nace de un desequilibrio, la ofensa siempre parece mayor que la pena. Por eso el hombre justo ha de olvidarse de los sentimientos a la hora de legislar. Por eso la justicia es ciega.
La sentencia de Estrasburgo acaba con la injusticia y devuelve a España a la senda de la razón.
Pedir que se desobedezca es desandar el difícil camino que nos llevó desde las Furias a las Benévolas. Es pedir que volvamos a un mundo de crueles tiranos y dioses caprichosos».
Silvia Cosío en http://fundicionprincipedeastucias.com/las-benevolas/#.Uv6PN_ZW8Xx (25/10/2013).

jueves, 13 de febrero de 2014

Las profesiones y la ética


«El término latino professio significó originariamente la promesa pública de cumplir ciertas obligaciones y actividades, y la aceptación por la sociedad de ese compromiso.

A las que llamamos profesiones tratan de funciones socialmente muy prestigiosas, que colocan a sus miembros en una situación clara de privilegio social. En eso se han diferenciado tradicionalmente de los oficios, en que las primeras son roles sociales positivamente privilegiados, en tanto que los segundos no gozan de esa estima social.

Profesionales han sido los sacerdotes, los gobernantes y los médicos. En las culturas primitivas es frecuente que estos tres roles vayan unidos, de forma que es una misma persona la que detenta el poder religioso, el político y el médico.

Se pueden describir cinco características del papel sociológico de los profesionales: elección, segregación, privilegio, impunidad y autoridad. 

- La elección. Un papel privilegiado en una sociedad se considera una elección divina. No se puede ostentar tanto poder por sí y ante así. Estas personas poseen un don y son elegidas por los dioses. Utilizan signos externos que los diferencian y los textos sagrados y el lenguaje popular los identifica como "los elegidos".

- La segregación. La elección segrega. Estas personas detentan tanto poder que no pueden vivir con los demás y, como diferentes, segregados. Tener en su mano la vida y la muerte les hace ser hombres respetados pero también temidos. De ahí que el grupo social prefiera tenerlos a cierta distancia. No son normales ni deben convivir con los demás miembros del grupo.

- La impunidad jurídica. No sólo resulta casi imposible perseguir judicialmente a las personas integrantes de estos grupos, sino que se considera que realizar las funciones sociales encomendadas a ellos no es posible sino se les dota de impunidad (la medicina nunca ha gozado de una impunidad jurídica tan explícita como las demás profesiones, pero si ha sido impune de facto). Esto último lo ha consagrado el refrán popular de que "los errores del médico los tapa la tierra".

- La autoridad moral. Precisamente porque los profesionales tienen en sus manos la vida humana es preciso que estén dotados de una extraordinaria autoridad moral. Dicen lo que tenemos o no tenemos que hacer, lo que es malo o no, normativizan y regulan. Es una autoridad en la fijación de las costumbres, es decir, en la moral. Además pocas disciplinas existen más normativas que la Medicina. Puesto que los profesionales tienen en su mano lo más preciado: la vida de los seres humanos, en su vida es preciso que estén dotados de una alta calidad moral. Esa autoridad moral será una “moralidad especial”, distinta de la “moralidad común” del resto de los miembros de la comunidad. Esta moralidad especial se define por tres características:

* El Secreto. Existe el secreto sacerdotal, el secreto judicial, el secreto de los gobernantes y el secreto médico (claramente formulado en el Juramento Hipocrático).
* Actuar siempre en beneficio de los demás y no en el de uno mismo.
* Actuar incluso aunque no se reciba ninguna retribución de ningún tipo por ello.

Es obvio que a lo largo de la historia de las cinco características de las profesiones ha habido modificaciones, pero han permanecido idénticas en lo fundamental: los profesionales son sujetos que, de algún modo, han sido objetos de una cierta elección, al tener cualidades extraordinarias, que les segregan y les sitúan en una posición de privilegio en el cuerpo social. Esta posición de privilegio se refleja a través de dos notas fundamentales: la impunidad jurídica y la autoridad moral.

Hay que esperar a la segunda mitad del siglo XX para verlas en crisis».

(Texto parcialmente resumido).

Diego Gracia. Como arqueros al blanco. Estudios de bioética. TRIACASTELA. Madrid, 2004.