«En la Sociedad expuesta, cada sujeto es su propio objeto de publicidad. Todo se mide en su valor de exposición. La sociedad expuesta es una sociedad pornográfica. Todo está vuelto hacia fuera, descubierto, despojado, desvestido y expuesto. El exceso de exposición hace de todo una mercancía, que "está entregado, desnudo, sin secreto, a la devoración inmediata". La economía capitalista lo somete todo a la la coaccción de la exposición. Solo la escenificación expositiva engendra valor; se renuncia a toda peculiaridad de las cosas. Estas no desaparecen en la oscuridad, sino en el exceso de iluminación: "Más en general, las cosas visibles no concluyen en la oscuridad y el silencio: se desvanecen en lo más visible que lo visible: la obscenidad"».
Byung-Chul Han. La Sociedad de la transparencia. Herder. Barcelona, 2013. El autor cita a J. Baudrillard. Las estrategias fatales.
EL CASO DE LOS INSECTOS ZOMBIES
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Artículo acerca de la modificación conductual que ciertos parásitos y
hongos inducen en sus animales hospedadores, poniendo su sistema nervioso a
expensas ...