«Una cosa
es que las erizas, cabreadas con motivo y en legítimo ejercicio de
autodefensa, marquen con claridad las reglas del juego: intolerancia
absoluta frente a machismo y violencia sexual. Eso es lógico y
deseable, y ningún varón decente puede oponerse a ello. Por lo menos,
yo no puedo. Ni quiero. Pero otra cosa es que, jaleadas por demagogos
oportunistas, acatadas sin rechistar sus exigencias por quienes no
desean buscarse problemas, una peña de radicales enloquecidas mezclen
de continuo las churras con las merinas, empeñadas en someternos a la
dictadura de lo socialmente correcto, retorciendo el idioma para
adaptarlo a sus atravesados puntos de vista, chantajeándonos con
victimismo desaforado, acorralando el sentido común hasta el límite de
la más flagrante gilipollez. Y al final conseguirán que retrocedamos en
el tiempo, que no se distinga socialmente el acoso sexual del simple
ligoteo de toda la vida, que un amante se convierta en violador y deba
avergonzarse de sus gestos en público, y que todo cuanto tiene que ver
con la belleza de los cuerpos y la deliberada, consentida, gratificante
y necesaria relación física entre hombres y mujeres, produzca recelo y
se rodee de un ambiente sórdido y clandestino. Esa panda de tontas de
la pepitilla va a lograr que todo parezca malo y obsceno otra vez, y
que a los críos se los eduque de nuevo en la hipocresía de hace
cuarenta años, cuando en los cines se censuraban escotes, faldas cortas
y escenas de besos, y los obispos de turno -también diciendo velar por
la dignidad de la mujer- le ponían a todo la etiqueta del pecado.»
Arturo Pérez-Reverte. El culo de las señoras.
http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/66/el-culo-de-las-senoras/
EL CASO DE LOS INSECTOS ZOMBIES
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Artículo acerca de la modificación conductual que ciertos parásitos y
hongos inducen en sus animales hospedadores, poniendo su sistema nervioso a
expensas ...
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